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17 de septiembre de 2011


¿REPRODUCCIÓN HOMOSEXUAL? 



José EGOZCUE | Publicado el 04/10/2000



La teoría apuntada por el profesor británico Callum MacKellar sobre la posible concepción entre homosexuales ha despertado iras e incertidumbres en el entorno científico. El profesor José Egozcue, experto en bioética y presidente de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología, reflexiona para EL CULTURAL sobre la viabilidad de esta teoría.




En principio, las parejas de homosexuales no pueden reproducirse, por obvias razones fisiológicas. A las mujeres les falta un espermatozoide, y a los hombres un óvulo y un útero de alquiler. Las técnicas de reproducción asistida han solucionado en parte este problema, ya que incluyen la donación de óvulos y de espermatozoides y las madres por delegación. Sin embargo, con estos métodos tan sólo uno de los miembros de la pareja consigue ser el progenitor biológico de la descendencia (al igual que en las parejas heterosexuales incluidas en programas de donación de gametos).

La clonación de la oveja Dolly en 1997 permitió diseñar estrategias para facilitar la reproducción de parejas de homosexuales. A estas estrategias nos re- feriremos más adelante, porque previamente conviene comentar la propuesta presentada por el profesor MacKellar, experto en ética y al parecer necesitado de titulares mediáticos, para que las parejas de homosexuales masculinos puedan reproducirse.

Las propuesta consiste en añadir a un óvulo enucleado el núcleo de un espermatozoide y, a continuación, fecundar este "óvulo" con un espermatozoide del otro miembro de la pareja. Este escenario es científicamente imposible, porque como reconoce el propio MacKellar un embrión con dos dotaciones genéticas masculinas (o femeninas) no puede desarrollarse o, en caso de hacerlo, puede producir una mola hidatiforme, que es una formación precancerosa, o un teratocarcinoma.
Sin embargo, MacKellar obvia el problema con la facilidad de quien desconoce los procesos biológicos. Bastaría, dice, con inactivar algunos genes masculinos. La realidad es muy distinta, puesto que para cumplir el esquema Kellar habría que controlar a la perfección los procesos de activación e inactivación génica y saber qué genes controlar.

Pero la propuesta resulta aún más sorprendente si consideramos que las técnicas de clonación ya permiten, teóricamente, la reproducción en parejas de homosexuales, sin transgredir los artículos de la Convención Europea o del Código Penal español, que prohiben la producción de individuos genéticamente idénticos.

Tanto si se trata de dos mujeres como de dos hombres, bastaría con trasplantar a un óvulo enucleado una célula somática de un miembro de la pareja, y a otro óvulo enucleado una célula somática del otro. Conseguidos así dos embriones, que serían cultivados in vitro unos cinco días, se procedería a fusionarlos para conseguir un único embrión con una mezcla de las características de los dos progenitores.

Esta mezcla de dos embriones (células de orígenes diversos) es lo que se conoce técnicamente como una quimera, y su producción conlleva, de acuerdo con la ley española de reproducción asistida, una sanción administrativa, pero no las duras penas de cárcel y de inhabilitación con que se castiga la producción de individuos genéticamente idénticos.

Por supuesto que en las parejas homosexuales masculinas sigue siendo necesaria la donación de ovocitos y un útero de alquiler, pero tanto en las parejas masculinas como en las femeninas los padres biológicos de estos hijos serían los miembros de la pareja.

La aceptación o no de estas técnicas depende, por supuesto, de la forma de pensar de cada cual, pero en último término "sin is in the eye of the beholder", es decir, la culpa no está en lo que se ve, sino en el ojo (en la mente) de quien mira (o, imprudentemente, juzga).




De: http://www.elcultural.es/version_papel/CIENCIA/3357/REPRODUCCION_HOMOSEXUAL

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